Finalizar la inscripción Antes de nada, asegúrese de haber finalizado su inscripción enviando el dinero a la oficina y firmando la hoja de acuerdo legal.
Leer todos los detalles del retiro Todos tienen que estar conscientes de todo lo que se pide en la página que se refiere a su retiro en el calendario. Si tiene que pedir una excepción a alguna regla, contacte a la oficina de antemano con su petición.
Comenzar a orar La preparación espiritual para su retiro comienza enseguida después de haberse inscrito. Recomendamos que aumente el tiempo y la intensidad que dedica a la oración personal. Si uno no está asistiendo TODOS los domingos a misa, éste es el paso más importante de tomar. La práctica de asistir a misa varias veces a la semana o pasar algún tiempo en la presencia de la Eucaristía en la adoración es de grandísimo provecho, como lo es también la confesión durante la preparación para el retiro. Algunas personas, aconsejadas por un director espiritual prudente, se preparan para sus retiros con ayunos periódicos u otros sacrificios. Un rosario diario, o el rezo de la coronilla de la misericordia, también da mucho fruto.
Lecturas bíblicas recomendadas Además de cualquier autor espiritual que le guste a cada uno, la lectura pausada y orante de los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) en la Biblia, o alguna de las cartas del Nuevo Testamento (por ejemplo 1 Corintios, Efesios, Filipenses, 1 Pedro, etc.), puede ser de gran provecho para preparar el encuentro con Dios en el retiro.
Pedir oración de otras personas Mientras usted está en el retiro, todos los servidores presentes estarán orando por usted. Pedir también que otras personas de oración pasen tiempo en sus casas o iglesias en algún momento del retiro es de gran ayuda.
Saber que los ataques vendrán Es común que las personas experimenten pruebas y dificultades en el camino, casi hasta el punto de querer cancelar su asistencia al retiro. Hay que saber que la decisión de uno será puesto a prueba y que tentaciones vendrán, a veces con mucha fuerza. A veces uno está expuesto a las pruebas más duras cuando la bendición más grande está por venir.