La Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo es un camino entre muchos otros con que Dios está realizando un nuevo Pentecostés en su Iglesia.
Es una corriente de gracia suscitada por el Espíritu Santo, para la renovación espiritual de toda la Iglesia Católica y del mundo. Así mismo, es un redescubrimiento de experiencias del poder del Espíritu Santo en cada uno y en la Iglesia, y la apertura a su acción, para vivir el Evangelio a plenitud (hasta sus últimas consecuencias), ser testigo de Cristo resucitado, para evangelizar con poder y renovar todas las formas de presencia y servicio de Cristo en la Iglesia y en el mundo. No enseña nada nuevo del Evangelio. Su novedad consiste en su ardor apostólico, su método y expresiones.
— P. Benigno Juanes, S.J.
La base teológica de la Renovación Católica Carismática es esencialmente trinitaria: contemplamos a Dios Padre amoroso; Jesucristo Salvador y Señor; Espíritu Santo santificador. Nos entusiasmamos particularmente en el conocimiento progresivo de la Persona del Espíritu Santo y en su acción insustituible y permanente en la Iglesia y en cada uno de nosotros.
La Renovación no se centra exclusivamente en el Espíritu Santo, minimizando la acción del Padre y la de Jesús. Muy al contrario, el Espíritu Santo es quien da al cristiano testimonio de Jesús (Jn 15,26) y quien lo capacita para que sea testigo de su resurrección. Precisamente uno de los frutos de la Renovación es la proclamación alegre que muchos están haciendo de un Jesús vivo, «constituido Señor y Cristo por Dios» (Hch 2,36) y a quien están sirviendo con gozo pascual.
Nuestra visión es contribuir en la formación de laicos comprometidos con la experiencia de la vida en el Espíritu para hacer presente el Reino de Dios a través de sus dones y carismas, viviendo en unidad, servicio y santidad, en una Iglesia renovada.
Nuestra misión es llevar la Buena Noticia de que Jesús está vivo y lleno de poder, y que Él es la única solución, principalmente pero no exclusivamente, a la comunidad hispana, que está creciendo de manera vertiginosa en nuestra arquidiócesis. Queremos introducir al hispano a un encuentro personal con Cristo y así promover y facilitar la plena participación de los católicos hispanos en la vida y misión de la Iglesia.
Por tanto, la Renovación sirve a la comunidad guiada por una pastoral de conjunto que cobra vida en una Iglesia de comunión y de corresponsabilidad entre laicos, religiosos y ministros ordenados.
Procuramos que cada uno de nuestros miembros y de nuestros grupos puedan entender y aceptar que la Renovación no sustituye ni detiene la vida sacramental del cristiano, más bien nos sumerge de lleno en ella. Buscamos vivir y promover un nuevo despertar a la vida sacramental más plena, en especial respecto a la Reconciliación y la Eucaristía.
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